DISCURSO DEL SEÑOR PRESIDENTE POR EL CXIX ANIVERSARIO DE CREACIÓN INSTITUCIONAL CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LORETO
Es
para mí un honor estar hoy en este solemne acto, en el que nos congregamos para
celebrar un hito fundamental en la historia de nuestra región amazónica: el
CXIX (centésimo décimo noveno) aniversario de la creación de la Corte Superior
de Justicia de Loreto. En esta ceremonia, rendimos homenaje a quienes, en cada
época, han enarbolado la bandera de la justicia en la selva peruana.
La
historia de la Corte Superior de Justicia de Loreto se remonta al 6 de octubre
de 1906, fecha en que fue promulgada la Ley N.º 230, que estableció su
creación, con jurisdicción sobre los territorios que hoy comprenden Loreto, San
Martín y Ucayali. Hasta entonces, esta vasta región dependía jurídicamente de
la Corte Superior de Cajamarca, y los expedientes y procesados debían
trasladarse hasta allá para resolverse.
Este
estado de cosas implicaba enormes dificultades: los viajes fluviales o la ruta
terrestre se extendían hasta mes y medio (y en muchos casos tres meses ida y
vuelta). En tales circunstancias, no era extraño que los acusados quedaran
retenidos o demorados durante meses e incluso años.
En el
año 1900, los diputados por Loreto, Julio Abel Raygada, Rosendo Vidaurre y Juan
Pizarro presentaron en la Cámara de Diputados el proyecto de ley que buscaba
crear una Corte Superior en esta zona del país. Durante los años siguientes,
ese proyecto enfrentó resistencias de la Corte de Cajamarca y la Corte Suprema,
que consideraban que no se justificaba una corte separada. Sin embargo, los
impulsores perseveraron. Entre quienes colaboraron destacaron José Antonio De
Lavalle, Lino Cornejo, José Adriano La Madrid, Rafael Grau, Joaquín Capelo y
Jenaro E. Herrera.
Finalmente,
el proyecto fue promulgado como ley el 6 de octubre de 1906 por el Presidente
José Pardo y Barreda. La Corte Superior de Loreto se instaló formalmente el 21
de abril de 1907, con José Adriano La Madrid como su primer Presidente, y los
doctores Alfredo del Valle y Miguel Bohl como vocales.
El
principal motor de esta demanda institucional fue el factor económico: el boom
del caucho atrajo migrantes nacionales y extranjeros hacia el oriente peruano,
generando una mayor actividad económica y nuevos conflictos jurídicos que
exigían mecanismos locales de solución.
A lo
largo de los años, la Corte ha atravesado momentos de desarrollo y también de
difíciles pruebas. Uno de los episodios más dolorosos ocurrió la noche del 25
de octubre de 1998, cuando el local principal sufrió un incendio y saqueo que
destruyó miles de expedientes, documentos históricos y testimonios jurídicos
acumulados durante casi un siglo.
La
institución que hoy conmemoramos ha sido y sigue siendo un pilar para la
impartición de justicia en la Amazonía peruana, enfrentando retos únicos que no
existen en otras regiones. La dispersión geográfica, la diversidad cultural,
las lenguas originarias y las problemáticas propias de la selva demandan un
enfoque de justicia sensible y accesible.
El
establecimiento de la Corte permitió que los ciudadanos del oriente no
dependieran de traslados imposibles, sino que pudieran acceder a la
administración de justicia más cercana. En estas tierras, la Corte ha
contribuido al desarrollo de jurisprudencia especializada en asuntos fluviales,
navegación, derechos territoriales indígenas, tutelas ambientales y
biodiversidad. Su intervención ha sido esencial en la resolución de
controversias entre comunidades indígenas, empresas forestales, entidades
estatales y pobladores ribereños. Por lo que aprovecho la ocasión para
reconocer el trabajo loable de los señores jueces superiores, especializados,
mixtos y de paz letrado, presentes y conectados virtualmente, que, con buen
criterio y profesionalismo, resuelven conflictos de trascendencia en nuestra
vasta Amazonía.
Actualmente,
este distrito judicial cuenta con 118 jueces y juezas de paz; valga esta fecha
especial para expresarles nuestro reconocimiento. Su trabajo voluntario y
compromiso por capacitarse constantemente para poder solucionar conflictos en
sus comunidades; y realizar mejor sus funciones dentro de su jurisdicción son una
motivación para seguir aunando esfuerzos y acercar la justicia en cada rincón
de Loreto. Ellos también son parte de la historia de la Corte de Loreto
también, por eso les pido un fuerte aplauso. (habrá 5 jueces de paz en el auditorio, solicitarles ponerse de pie
para ese momento)
Asimismo,
la Corte ha sido motor de descentralización judicial y de fortalecimiento
institucional en la Amazonía. Ha impulsado congresos, plenos jurisdiccionales, capacitaciones,
procesos de modernización, incorporación de tecnologías, esfuerzos de
acercamiento a comunidades remotas y políticas de justicia intercultural que
han fortalecido el acceso a la justicia.
Hoy,
al cumplir 119 años de servicio institucional, renovamos nuestra vocación y
nuestro compromiso con Loreto y con toda la Amazonía. Sabemos que los desafíos
en materia de justicia son múltiples:
-
En
cuanto a la accesibilidad geográfica, seguimos estableciendo alianzas con el
estado para fortalecer el servicio de justicia itinerante y el uso de
tecnologías que permitan acercar cada vez más al usuario.
-
Interoperatividad
con los actores del sistema de justicia, a través del fortalecimiento de la
Unidad Piloto de Flagrancia Delictiva.
-
Fortalecimiento
Institucional: El impulso de capacitación constante es un pilar de esta gestión
para contribuir con los jueces y servidores a la buena práctica judicial, que
se traduce en la emisión de sus resoluciones judiciales.
-
Preservación
documental, a través de la implementación del sistema de producción de
almacenamiento de microformas digitales en el Área de Archivo Central, que
registra un avance significativo, próximo a ser inaugurado.
Señores,
jueces, servidores de la Corte, autoridades y ciudadanos: estos 119 años de
existencia institucional representan una reafirmación permanente y un
compromiso intrínseco con del deber de impartir justicia. Recordemos con
gratitud a quienes nos precedieron y sigamos actuando con visión, dignidad y
respeto. Que esta institución siga siendo un pilar de justicia, equidad y
cohesión social en Loreto y en la Amazonía peruana.
¡Que
viva la Corte Superior de Justicia de Loreto!
Muchas gracias.
Reynaldo Elías Cajamarca Porras
Presidente