Esta investigación identifica las barreras institucionales, sociales, económicas y culturales que limitan el acceso a la justicia de las personas refugiadas y migrantes; es decir, entre otros aspectos, se exploran los problemas administrativos, procesales y procedimentales, y se analizan las barreras lingüísticas, de discapacidad, de interculturalidad y de género, en este ámbito. Asimismo, destaca la importancia de capacitar y sensibilizar al componente humano del sistema de justicia sobre esta materia. A su vez, recuerda que, según las Reglas de Brasilia, el desplazamiento de una persona fuera de su Estado de nacionalidad puede generar vulnerabilidad, especialmente para quienes se encuentran en condición migratoria irregular o se vean forzadas a huir debido a conflictos armados, violencia o violación de los derechos humanos; circunstancias que representan obstáculos para el acceso a la justicia y la defensa de los derechos.

La obra presenta valiosos hallazgos y significativas conclusiones, y propone políticas públicas innovadoras en el ámbito del funcionamiento de las instituciones del sistema de justicia, con el objetivo de salvaguardar los derechos humanos fundamentales de las personas refugiadas y migrantes.